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Muchos usuarios temen a las tarjetas de crédito por dos razones principales: la desconfianza en la banca tradicional (por posibles costos ocultos y comisiones) y la simple falta de conocimiento. En este episodio Sergio nos comenta, la mejor estrategia para superar este miedo es empezar de a poco. En lugar de hacer una compra grande desde el inicio, recomienda usar la tarjeta para gastos pequeños y cotidianos, como un café. Este método te permite familiarizarte con el producto, entender su ciclo de pago (fechas de corte y vencimiento) y construir un hábito de uso responsable sin arriesgarte a gastar más de lo que puedes pagar.
Si eres nuevo en este mundo, no te lances a comprar el viaje de tus sueños. El secreto para una relación sana con tu tarjeta de crédito es empezar de a poco.
El consejo del experto: Úsala para gastos pequeños y cotidianos. Cómprate un café, paga el menú del almuerzo o una suscripción mensual. Esto te permitirá:
Familiarizarte con el proceso: Entender cómo se refleja el gasto en tu estado de cuenta.
Aprender las fechas clave: Acostumbrarte a tu fecha de corte y tu fecha de pago.
Construir un hábito de pago: Demostrarte a ti mismo que puedes pagar lo que gastas sin problema.
El error más frecuente y peligroso es caer en la trampa del pago mínimo. Pagar solo el mínimo te da una falsa sensación de que estás al día con tus deudas, pero en realidad, el saldo restante (conocido como "revolvencia") genera altos intereses que se acumulan mes a mes, creando una "bola de nieve" de deuda casi imposible de detener. El consejo clave es tener una revolvencia controlada: siempre que sea posible, paga el total de tu estado de cuenta. Si necesitas financiarte, hazlo de manera consciente y por un tiempo limitado, entendiendo que ese saldo generará un costo adicional.
Las cuotas son una herramienta fantástica, si sabes cuándo usarlas. La regla es simple:
SÍ, usa cuotas para: Bienes duraderos o gastos grandes y esporádicos. Por ejemplo, una refrigeradora, una computadora o un mueble. Te permiten acceder a algo que no podrías pagar de golpe.
NO, uses cuotas para: Gastos corrientes y recurrentes. Jamás financies la compra del supermercado, la gasolina o una salida a comer. Hacerlo es una señal de que estás gastando por encima de tus posibilidades y es el camino directo al sobreendeudamiento.
Cada vez que usas un producto financiero, estás construyendo tu historial crediticio. Piénsalo como tu "nota" o "puntaje" financiero. Un buen historial te abrirá las puertas a mejores productos en el futuro (créditos hipotecarios, vehiculares, etc.).
Hábitos que construyen un buen historial:
Paga siempre a tiempo: Antes de tu fecha de vencimiento. Si puedes, activa el débito automático para no olvidarte nunca.
Mantén tu deuda controlada: No uses el 100% de tu línea de crédito.
No saques muchas tarjetas a la vez: El sistema puede interpretarlo como una señal de desesperación y riesgo.
La mejor parte es que, como dice Sergio, tu historial no es estático, es dinámico. Si tuviste un mal mes, puedes recuperarte con buenos hábitos.
Dejar atrás el miedo a la tarjeta de crédito es el primer paso para una vida financiera más saludable. Al entender cómo funciona y aplicando estos consejos, dejas de ser una víctima potencial del sistema y te conviertes en un usuario inteligente que aprovecha sus beneficios.
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